Técnicas de estudio


El método o la técnica de estudio que tengamos a la hora de estudiar será determinante e importante. Muchas veces, nos encontramos desbordados, sin ánimo o distraídos. Por lo tanto, encontrar técnicas que nos ayuden a estudiar mejor será fundamental.
De nada sirve estudiar en un desorden constante. Es así como las técnicas de estudio nos ayudan a ordenar nuestro espacio y nuestra mente. 



¿Cómo aplicar las técnicas de estudio?

Organízate. Ordena el espacio donde estudias y estudia de manera ordenada (así tendrás las ideas más claras y precisas). 

Ponte un horario. Algunas personas asimilan más si estudian por la mañana; otras, en cambio, si estudian por la tarde o noche. Es importante saber en qué momento estaremos más descansados y con energía. 

Divide los temas. Es fundamental segmentar los grandes núcleos de estudio, aunque sin perder de vista la idea global ni las relaciones entre los conceptos. 

Comprende. Es importante que pienses y entiendas lo que lees; en caso contrario, no podrás relacionar lo estudiado y las ideas no serán claras. Pregunta lo que no sabes, ya sea a una persona cercana, un diccionario o profesor. 

Resume. A algunas personas les ayuda realizar resúmenes, porque al transcribir los conceptos, estarán asimilándolos. 

Cuadros sinópticos. Realizar cuadros conceptuales o sinópticos será de mucha ayuda para guiarte a la hora de repasar. Y, al igual que resumir, te ayudará a asimilar conceptos y términos. 

Notas al margen. Si no hay tiempo para hacer resúmenes, otra buena alternativa es realizar notas al margen de la fotocopia o libro que estés leyendo. También, subrayar palabras te puede ayudar a resaltar términos relevantes. 

Lección. Si hay una persona cerca, puedes pedirle que te tome una "lección" y comentarle acerca de lo que estás estudiando. Esto permite que asimiles mejor lo que recién leíste. Repasar en voz alta también te puede servir para asimilar. 

No te sobrepases. No sirve de nada estudiar sin parar, porque nuestra mente se saturará de información. Por cada hora de estudio, tómate unos 10 a 15 minutos de descanso. 

Sin distracciones. Si estudias en medio del comedor, con la televisión o computadora al lado, será muy difícil que te concentres. Tendrás que buscar un lugar más cómodo y en lo posible tranquilo. 

Recupera el tiempo. ¿Te quedaste más tiempo en internet? No te asustes, todavía puedes tener tiempo para estudiar. Usa el momento de descanso para estudiar. A veces, en 15 minutos asimilamos más que 1 hora. Dependerá de nuestro estado físico y psíquico. 

No estudiar de memoria. Si bien algunos conceptos deberán fijarse de memoria (fechas, lugares, palabras), el ir repitiendo todo no te hará más inteligente ni mejor. Si lees comprendiendo, con paciencia y con tiempo, no será necesario memorizar nada, ya que el cerebro se encargará de recordar y relacionar todo lo leído. 

Pide ayuda. En el caso de no ser constante con el estudio, será mejor que pidas ayuda a algún familiar que te recuerde los horarios, o bien, estudiar con un compañero. 



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